Ourense | Obra de reforma | 2017 | Fotografía : Andrés Irrazábal
Convertir tu nueva casa en tu hogar no es fácil cuando se ha comprado o alquilado una vivienda ya rematada, impersonal y fría.
En este caso hay que «volver a empezar» y para ello nos imaginamos este espacio sin tabiques, sin barreras, sin oscuridad, sin ataduras. Y en esta libertad aparecen los colores, la luz, se abren huecos, se amplían los espacios y obtenemos lo que buscábamos, el espacio soñado.
Hemos convertido un salón pequeño y sombrío en un salón-comedor lleno de vida, de luz.
Hemos sustituido la vieja chimenea que hacía esquina, por una más moderna y pegada a la pared para hacer el espacio mucho más cómodo.
Colocamos dos sofás en «ele» como zona de descanso con tres mesitas a diferentes alturas sobre una alfombra redonda en tonos suaves, con toques de color con cojines y decoración.
Cambiamos iluminación, telas, cortinas, alfombras y pintura.
Este espacio está unido cómodamente con la cocina y con acceso a una maravillosa terraza con porche.
A la habitación principal se accede mediante un vestidor, que también puede ser sala de lectura o para escuchar música. Hemos redecorado paredes, ventanas y ropa de cama, combinando siempre los colores cálidos de las maderas ya existentes con las telas elegidas en cojines, plaids, papel pintado y cuadros de la pared, que con el gran tríptico del mapa del mundo nos animan a tiempos viajeros.
Al igual que en la habitación juvenil donde está presente la torre Eiffel en el mural del cabecero y los cojines de lana entrelazados le dan un toque de color muy original.
Un lugar idílico en una casa que ahora sí los clientes pueden llamar su hogar.